Como si de una parada cardiorespiratoria se tratase, su respiración se detuvo y el corazón dejó de latir. Sin previo aviso, sin una alarma que le hiciese reaccionar, sin un cartel de colores por pequeño que fuese. El abismo olvidado, el mísmisimo infierno donde los castigos son eternos. No hay excepciones en las reglas, solo trampas.
Sin embargo, cuando menos te lo esperas, cuando crees que todo va en el sentido equivocado, que tu vida, programada en cada mínimo al detalle está naufragando... de repente, sucede.
Gran canción de Oasis y buen blog.
ResponderEliminarTe sigo!
Muchas gracias!! Qué ilusión!! jeje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ah y puedes pasarte por el mio cuando quieras y comentas que te parece!
ResponderEliminarUn saludo!